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Caro Diario

Sobrevivir a Ryanair (o cómo cambiar el chip si vuelas con ellos)

Ya habíamos oido hablar de los problemas que Ryanair (compañía aerea irlandesa de low cost) con el tema de los equipajes en sus viajes. Pero esta vez lo hemos vivido en nuestras carnes.

Planteamiento: o porqué optamos por viajar con Ryanair.

Pues lógicamente y como casi todo el mundo por un tema de precio. Resulta que para volar a Bologna (perdonad que lo ponga en italiano, pero Bolonia me suena mal) teniamos solo tres opciones.

  1. Volar desde Barcelona el Prat con Iberia directos a Bologna por unos 330€ dos billetes.
  2. Volar desde Girona a Bologna con Ryanair por 180€ dos billetes (sólo una maleta) + desplazamiento en bus a Girona (24€ dos personas). La vuelta en coche (5€ peaje).
  3. Volar con escala en Madrid por 150€ pero 6 horas de viaje sin contar desplazamientos entre aeropuertos, cuando el vuelo directo es 1h10m.

Opción 2 seleccionada.

Nudo: o lo que conllevan los viajes a Italia para nosotros.

Yo tengo raices italianas muy profundas, tanto, que tengo doble nacionalidad. A LEI le encanta casi todo lo italiano (excepto Berlusca gracias a Dios).
Cuando yo era pequeño, en España no se encontraban facilmente productos italianos, pero mi padre que iba un par de veces al año siempre traía una maleta llena de pasta Barilla o Buitoni, galletas de Il Mulino Bianco (hubo un tiempo que las comercializaron aquí), en Navidad alguno de los dulces típicos, etc. Pero él viajaba en tren, así que no había mucho problema con las maletas.
Ahora aquí se encuentra pasta de todas las marcas italianas con facilidad, no solo Barilla si no otras de más calidad como De Cecco, Voiello o Garofallo, pero hay muchas especialidades que son difíciles de conseguir, como las orecchiette, troffie, casarecce, bucatini y tantas otras que hay de ciertas regiones(cada una tiene al menos una). Siempre nos gusta comprar algunas de estas. Las galletas del Mulino Bianco me recuerdan mi infancia, y aparte son deliciosas, así que nos gusta traer, y aparte las que nos encargan familia y amigos.
Y luego están otras cosas como quesos, algún embutido, etc. Que también se encuentran aquí, pero allí los compras a mejor precio. Esta vez compramos un trozo de parmesano, una mortadela (denominación de origen Bologna), un par de cajitas de tomates secos y un paquete de 100 gramos de funghi porcini (ceps/boletus).

No solo el hombre (y la mujer) se alimentan de comida, aparte de todas las visitas culturales (nuestro horario era intenso, nos levantamos todos los días  a las 8 de la mañana y no pisabamos el hotel hasta las 19h/20h)  también compramos libros, una película, unas revistas, las guías de las visitas que hicimos. En fin... que nos desmelenamos, pero entonces no sabiamos que nos topariamos con Ryanair y sus limitaciones distintas al resto de compañías.

Al llegar al aeropuerto, con la maleta llena y las mochilas de mano ligeritas, llega la hora de facturar. Al pesar la maleta tenemos 23 kilos y la chica nos indica que tenemos exceso de equipaje. Los dos pensamos internamente que 3 kilos eran faciles de reubicar, pero en eso nos recuerda que el límite es de 15 kg y son 20€ por kilo de exceso. Nos quedamos blancos. 160€!!! Ya veíamos todas las galletitas en una papelera o vendiéndo 3 paquetes por un euro a la gente que andaba por allí. "El equipaje de mano pueden ser 10 kilos" nos dice también la azafata. Bueno, que no cunda el pánico, para alguien que ha jugado al tetris tanto esto no debe de ser un problema, pero en el tetris no entraban en juego los pesos de las piezas, así que nos retiramos a un lado del aeropuerto y comenzó nuestra operación mortadela.

Desenlace: o cómo ingeniárselas para reducir 8 kg una maleta.

Teníamos un pequeño handicap. LEI llevaba una mochila normal de esas de unos 8 litros de capacidad, pero yo llevaba una de las pequeñas del Decathlon, de 4 litros. Hicimos varias pruebas, primero reducimos a 17,2 kg, después aumentamos a 17,8 kg. Algo iba mal. Nos alejamos mal y tomamos medidas desesperadas. Yo me puse más ropa. Me guardé en un bolsillo del abrigo el Dylan Dog, en el otro los libros y el dvd, el trípode en el bolsillo interno, LEI se guardó el queso en el bolsillo interno de su abrigo. La mortadela dió mil vueltas. Al final, dado que teníamos una bolsa de super grande con los paraguas mojados, optamos por meter mi mochila en la bolsa y el exceso de paquetes también y hacer un nudo a la bolsa.  Habíamos mirado si había alguna tienda que vendiera trolleys o mochilas, pero nada. Ese era mi equipaje de mano, una bolsa de supermercado. Pesamos la maleta y lo teníamos... 13,7 kg !!! Nos daba margen para aligerar la bolsa. Última prueba 15,00 kg. Lo habíamos clavado, sólo esperábamos que la cinta en la que pesábamos la maleta estuviera bien calibrada. Los bolsillos de los abrigos llenos y yo con exceso de ropa, hasta pensé en ponerme el pijama. Mucho calor. Llegamos al mostrador de facturación y teníamos 15,1 kg. Le decimos a la azafata. -"C’è l’abbiamo fatta". Pesamos las bolsas de mano y la de LEI 6 kg. La mía 7 kg. -"Bravi", nos contesta ella. Operación mortadela llevada a cabo con éxito. Eso sí, muertos de calor y con los bolsillos llenos.

Epílogo: últimas reflexiones

Lo cierto es que compramos mucho y no recordábamos lo de los 15 kg. Al llegar a casa se nos ocurrió pesarlo todo individualmente y sumamos un total de 12,595 kg. de compras. 9 de ellos de comida. Aquí está la foto.

Compras en Italia

Por decir algo en favor de Ryanair, los dos vuelos con una puntualidad escrupulosa. Incluso la vuelta con adelanto. No sabemos si siempre será así, pero no recuerdo haber hecho yo dos vuelos seguidos puntuales. Pero por contra, desde que te subes al avión hasta que te bajas te bombardean con productos para que compres algo. Empezando por el servicio bar, del que te detallan la carta en tres idiomas distintos, cigarrillos sin humo para adictos a la nicotina, perfumes y regalos, tarjetas telefónicas de prepago y hasta lotería del tipo rasca y gana. En un vuelo de 70 minutos, cada 10 minutos te tratan de vender algo.

Conclusión:

Si tenemos que viajar con ellos, debemos cambiar el chip. Aunque vayamos a Italia.

1 comentario

Albè -

Me he equivocado (somaro io) y te he comentado en el post que no era