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Caro Diario

La panificadora: todo un descubrimiento

Estas pasadas Navidades, uno de los regalos que nos "cagó" el caga tió fue una panificadora. Hace tiempo, cuando estuvimos de vacaciones en casa de unos amigos en Trento (Italia) que la tenían nos picó el gusanillo de tenerla. Poder programarla para que por la mañana tuvieramos un pan recién horneado listo para desayunar nos atraía pero el poco espacio en casa nos hacía pensar que a la larga sería un trasto que estaría más en el armario que fuera. Pero la verdad es que ya teniéndola, no ha habido fin de semana que no la hayamos usado, incluso hasta dos veces algún fin de semana y es que su uso es sencillísimo. Sólo hay que tener en cuenta un cierto orden a la hora de poner los ingredientes en el recipiente (líquidos, incluyendo aceite o mantequilla derretida, sal, azucar, la harina y por último la levadira evitando que entre en contacto con la sal) y colocar el programa adecuado y el peso del pan que queremos obtener. Dependiendo del pan y el programa se pueden obtener panes entre hora y media y tres horas y media, además de masa para pizza, bizcochos, compotas y mermeladas o masa para hacer pasta fresca. También se pueden añadir frutos secos o virutas de chocolate dado que después del amasado la máquina avisa de que si queremos podemos añadir en ese momento estos ingredientes antes del fermentado y la cocción.

Los panes que se pueden ver en las fotos, el primero es un pan blanco normal, el segundo es un pan de leche (brioche) y el tercero un pan rústico que lo usamos para merendar con un curd de plátano y caramelo que compramos en nuestro reciente viaje a Londres.

1 comentario

matteo -

Hey! que buena pinta todo!! vaya profesionales!
ya me contaréis! per quando un rimpatrio?
un abrazo!
M R M