La estatua que comía pájaros
Él/Lui: Decían allá por el siglo XVII que se escuchaba el piar de gorriones desde el interior de la estatua ecuestre de Felipe IV.
Cuentan que deseoso de tener una estatua ecuestre como la de su padre Felipe III, Felipe IV encargó al mismo escultor, el florentino Pietro Tacca, la realización de la estatua. Pero a diferencia de la de su padre en la que el caballo "caminaba" al paso, él quería que la suya representase el caballo al galope. Para ello le fueron enviados al escultor dos cuadros del monarca pintados por Velázquez, pero no era capaz de obtener la posición correcta del caballo, por ello cuentan que le pidió ayuda a Galileo Galilei, que aconsejó realizar la estatua en dos partes, la trasera maciza y la delantera hueca, de modo que se mantendría así el equilibrio de la estatua.
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Rocío -
Ferran -