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Caro Diario

Sullivan's Travels

Nostalgia...

"Nos habíamos encontrado por casualidad en un tren de la linea Chuo. Ella acababa de salir de casa para ir al cine, y yo me dirigía a las librerías del viejo Kanda. Ninguno de los dos había quedado con nadie. Naoko propuso que nos apeáramos del tren, y casualmente bajamos en Yotsuya."

Tokio Blues - Haruki Murakami

Qué maravilla poner imagen real a esos sitios. Buen viaje para mis padres, que se van mañana a Japón si Alitalia lo permite...

Día 18: estancia en el Ryokan

Un Ryokan es un hotel tradicional. Las habitaciones son de tatami, te pones una yukata, duermes en un futón, te bañas en un onsen y desayunas un desayuno tradicional japonés con sopa de pescado y pescado frito entre otras delicias. Es una experiencia que cualquier persona que vaya a Japón, debería probar, según nuestro parecer.

Si tenemos en cuenta que en el Ryokan hay poco que hacer, ir hacia el final del viaje es lo mejor. Nosotros llegamos, disfrutamos de las vistas, nos bañamos en el onsen, cenamos, por fin pudimos dormir más de 8 horas (confieso que yo-lei- dormí 10 horas!), desayunamos como reyes y llegamos a Tokyo al día siguiente con ganas de empezar de nuevo. La pena es que no había nada que empezar, sino el fin del viaje.... creo que estos posts del viaje los estamos alargando tanto porque no tenemos ganas de acabar... parece que escribiendo aquí y colgando fotos en flickr seguimos un poco allí... Otra confesión: estamos sufriendo el síndrome post-vacacional más largo de nuestra vida, volvimos el 29 de mayo y aún nos acompaña...

No voy a contaros nada más, solo os dejaré un montón de fotos.

Nosotros en el Ryokan

La idílica vista desde la habitación:

Los entrantes, el primero de los 8 platos de los que constaba la cena:

El sashimi:

La sopa miso y el arroz

Uno de los platos de carne

Parte del desayuno:

Hay más fotos y las teneis en flickr, la parte del Ryokan empieza con esta foto:

http://farm4.static.flickr.com/3070/2681005142_58f064fa0d.jpg?v=0

Día 17 - Nara y Fushimi Inari (fin de la semana Willy Fogg)

Y por fin llegamos al final de esta semana viajera en la que nos recorrimos unos 1000 km entre ida y vuelta, salvo el día intermendio en Kyoto.

Nara es una ciudad situada entre Kyoto y Osaka y la mejor forma de llegar es en Shinkansen (tren bala) a una de estas dos ciudades y a continuación coger un tren JR. Desde Kyoto eran unos 50 minutos, además de las tres horas en el Shinkansen.

Nara es famosa por tener un gran número de templos distribuidos por un parque nacional que fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco hace algunos años. En ese parque, campan a sus anchas varios cientos de ciervos que están tan acostumbrados a las personas que hasta se les puede dar de comer unas galletas que venden en puestecillos allí mismo. Y es que para los sintoistas, los ciervos están considerados como los mensajeros celestiales.

El día se presentó lluvioso a intervalos, de hecho nada más llegar tuvimos que comprar unos paraguas dado que jarreaba agua que daba gusto, aunque poco después paró y se fue despejando el cielo y llegando incluso a hacer bastante calor. Después de atravesar la calle principal llena de tiendas y restaurantes, llegamos al parque y nos encontramos con los primeros "mensajeros" a los que dimos de comer (con un pequeño conato de ataque)...

Luego nos dirigimos al templo más famoso de Nara, el templo Tōdai-ji en el que se encuentra el Gran Buda, que es la figura más grande de Buda sentado de todo Japón (no confundir con el de Kamakura del que ya hablamos que es el más grande al aire libre). Este templo, situado al este de la ciudad además contiene el edificio de madera más grande del mundo, el Daibutsuden, que es el edificio que protege al Buda. Dentro hay además otras figuras gigantescas que flanquean la imagen principal. Allí uno de las pilares tiene un agujero por dentro que dicen que son del mismo tamaño que las fosas nasales del Gran Buda y si eres capaz de pasar por ellas se supone que eres bendecido con el don de la iluminación. Vimos muchos niños había pasando pero no nos atrevimos a hacerlo. Luego estuvimos viendo, en un puestecillo dentro del edificio en el que vendían amuletos, un ejemplo de caligrafía sobre una especie de libro de viajes que llevaba un hombre y fue realmente espectacular. No sabemos lo que pondría o lo que significaría pero era impresionante la dedicación y pericia con la que el monje la hizo.

Después fuimos al Santuario Kasuga, un edificio en el que 1800 lámparas de piedra flanquean su camino y los pasillos del interior. Las hileras de farolillos son encendidos todos dos veces al año durante el matsuri Mantoro (en febrero y agosto). Debe de ser espectacular.

También vimos allí en directo como un monje rastrillaba un jardín de piedras.

De nuevo tomamos un sendero ascendente que daba a parar a otra pequeña calle con puestos y tiendas de souvenirs, dónde entre los ávidos compradores, estaban como si también estuvieran interesados en las compras los cérvidos. Pasamos cerca de una casa de té y nos perdimos por la zona boscosa asomándonos a alguno de los templos menores. Luego decidimos volver para ver Kōfuku-ji, un templo situado en la entrada del parque, con una pagoda de cinco pisos, y que esconde una curiosa historia y es que el templo fue trasladado en dos ocasiones en un periodo de cuarenta años.

Cansados del día y molestos con la humedad y el calor que hacían, fuimos a comer un buen katsu-don y abandonamos Nara para dirigirnos hacia el santuario Fushimi Inari, perteneciente a Kyoto pero a las afueras, situado a medio camino entre Nara y Kyoto. Este santuario es famos por los miles de toriis rojos que cubren los senderos que hay por la colina. Son unos 4 km. y la separación entre toriis es de apenas unos centímetros.

Está dedicado al dios Inari, protector de las cosechas, por ellos, los terratenientes en su época dedicaban un tori a que su cosecha fuera bien. Actualmente hay muchos empresarios de Kyoto que pagan la construcción de uno nuevo para que sus negocios prosperen. Lo cierto es que impresiona, lástima que llegamos cuando iba quedando poca luz pues el paraje es para recorrerse los senderos de cabo a rabo. A los pies de la colina está el santuario Go Honden y la puerta Sakuramon, donde nos encontramos a un tipo bastante mayor y bastante ebrio zigzaguear en dirección al santuario... y solo eran las 18:30 de la tarde...

Y así, casi noche cerrada, volvimos a Kyoto a coger el tren bala de vuelta a casa donde por fin, a la mañana siguiente no teniamos un plan definido, por lo que podríamos dormir, descansar un poco más e intentar reservar una noche en un Ryokan.

Día 16: Kyoto (y 2)

Segundo día en Kyoto. Llueve. Nos levantamos prontito y nos vamos hacia el pabellón de plata (Kinkaku). Nos habían dicho que lo bonito eran los jardines. Menos mal, porque el pabellón de plata está en obras y solo se ve la estructura debajo de los andamios. Lo mejor, el Fuji hecho de arena rastrillada.

Luego rehicimos parte del camino del filósofo y visitamos un acueducto que aún está en funcionamiento y otro templo cercano. esta vez si encontramos el tori gigante, nada, unos 24 metros de altura...

De ahí nos cogimos un bus y hacia Gion el barrio de las geishas a visitar el templo de Kiyomizu. Impresionante aún bajo la lluvia. Es en el templo Kiyomizu donde tuvimos el primer "ataque" por parte de unos escolares. Vimos unos niños de unos 10-12 años dándose codazos, mirándonos y hablándose entre ellos y nos extrañó, luego oímos un tímido "Do you speak English?". Contestamos que un poquito y se presentaron y nos explicaron que estaban haciendo unos deberes de inglés. Nos contaron que su ciudad Gifu se encuentra en el centro de Japón, que su mascota es un cormorán y nos dieron un folleto turístico de su ciudad. La verdad es que eran monísimos.

Después seguimos visitando el templo desde el cual hay unas vistas muy bonitas de Kyoto. Lástima de lluvia.

Luego nos dirigimos hacia el castillo de Nijo. El castillo de Nijo está situado en una gran explanada con jardines. La visita del castillo se hace siguiendo un recorrido previamente marcado. No está mal, pero es una sucesión de salas y salas prácticamente vacías, debes imaginarte cómo era la vida del Shogún con unas pocas salas que mediante maniquíes mostraban reuniones del shogún con los señores feudales.

Allí fuimos atacados por otro grupo de escolares, esta vez adolescentes. Aquí ya no nos contaron ellos cosas sino que nos preguntaron. Lo mejor vino cuando nos preguntaron qué tipo de música nos gustaba. Dani dijo "Rock music" a lo que las niñas (que eran las que verdaderamente estaban haciendo el trabajo) pusieron cara de no entender nada. Dani aclaró "rock’n’roll", esta vez a las niñas se les iluminó la cara dando a entender que habían captado la idea y una de ellas haciendo como que tocaba una guitarra dijo "aaaah, LOCK music", fue divertidísimo. Y a juzgar por la foto estaban más que encantadas de hablar con Dani...

Después nos dedicamos a callejear pese a la lluvia. Estuvimos bastante rato por Gion el barrio de las geishas, y de hecho las vimos moverse por el barrio, aunque a las que reconoces de verdad es a las maiko, las aprendizas, ya que las geishas, o geikos como les gusta llamarlas en Kyoto no llevan el maquillaje de las aprendizas y por tanto son mucho más discretas.

La pena es no haberse podido quedar una noche más en Kyoto ya que el callejón Pontocho era un sitio más que apetecible para cenar. Otra vez será. Qué ganas de volver...

Día 15: Kyoto (1)

Reprendemos la crónica del viaje que queda poquito ya que contar, (estad atentos que ahora ya hay fotos en los posts!).

El viernes y sábado nos fuimos a Kyoto, volvimos a coger el shinkansen por la mañana y llegamos a Kyoto hacia mediodía. Teníamos una habitación reservada en una guest house. Hubiéramos querido dormir dos noches en Kyoto pero para la noche del sábado no encontramos nada. Llevábamos las indicaciones al hotel en japonés sin traducir ya que mi hermano no lo entendía todo. De todas maneras ya sabíamos dónde estaba la oficina de turismo y sabíamos que nos indicarían bien. La verdad es que mal no nos indicaron pero una vez en la zona no había manera de encontrar el sitio. Preguntamos a unas cuantas personas y nos iban dirigiendo hacia allí, pero no acabábamos de encontrar el sitio hasta que una chica majísima se ofreció a acompañarnos hasta la puerta.

La guest house se llama Hannari, y es una casita monísima con unas habitaciones pequeñas pero nuevas en el piso de arriba y en el piso de abajo una zona común con derecho al uso de la cocina, una ducha, un baño y zonas de aseo, lavadora, etc... todo muy limpio y un chico simpatiquísimo que lo regenta. Por la noche nos contó que no suelen ir extranjeros ya que su web solo está en japonés. Al día siguiente cuando nos fuimos nos hizo una foto...

Aqui nos veis en su web.

Kyoto es una ciudad de tamaño más o menos como Barcelona en la que te puedes mover muy bien con autobús y de manera muy económica, por unos 3 euros hay un pase que te permite coger todas las veces que quieras el autobús, con 3 viajes ya sale a cuenta. Pero... hay que tener en cuenta dos cosas: que las distancias entre lo que hay que ver en Kyoto son grandes, y que los desplazamientos en autobús son mucho más lentos que en metro.

Con la semi pérdida buscando el hotel llegábamos al primer templo, el famosísimo Pabellón de Oro (Kinkaku) hacia las 2 de la tarde. Nos lo quisimos tomar con calma, ya veíamos que solo íbamos a poder visitar este pabellón y otros dos templos que están al lado: el templo Ryoan y el Ninna. Ni pensar de llegar antes de las cuatro y media de la tarde (hora de la última admisión) al pabellón de plata al otro lado de la ciudad.

Pabellón de oro (Kinkaku)

Jardín zen (templo Ryoan)

Pagoda (templo Ninna)

Así que nos lo tomamos con calma, visitamos los tres templos que están relativamente cerca y luego nos cogimos el autobús y nos fuimos a la zona donde está el pabellón de plata para localizarlo. Una vez allí, como el famoso paseo del filósofo empieza allí mismo, nos dispusimos a pasear por el kilómetro y pico. Es una paseo maravilloso que discurre en un entorno bellísimo y como ya no había templos cerca abiertos a esa hora no había un solo turista, bueno, sí, nosotros.

Después buscamos un tori gigante que nos pillaba de camino hacia el callejón Pontocho pero ya se nos hizo de noche (las 7 de la tarde) y la distancia que en el mapa era asequible en realidad era una hora y media larga andando, así que nos dipusimos a volver al hotel, a cenar y a dormir que el día siguiente queríamos levantarnos pronto y visitar todo lo que pudiéramos.

AVISO

Hasta ayer estábamos sin ordenador en nuestra nueva casa, así pues empezaremos de nuevo con los artículos pronto, nos queda aún una semana por contar: Kyoto, Nara, Fushimi Inari, la estancia maravillosa en el Ryokan y los últimos paseos y compras por Tokyo! estad atentos a este canal....

Recordad que podeis ver las fotos aquí.

Día 14 - Hakone

Al día siguiente de Nikko, visto que haría también buen tiempo, nos fuimos a Hakone con el claro objetivo de poder ver cara a cara el Monte Fuji.
Esta excursión es un carrusel de cambios de medio de transporte. Por etapas la cosa quedó así:

- Shinkansen de Tokyo a Odawara
Llegando a Odawara avistamos por primera vez el Fuji, la cosa prometía. El Fuji es una mole de 4000 metros que lo bueno es que no está dentro de ninguna cadena montañosa, por lo que destaca muchísimo más, además que el cono está casi perennemente nevado y su forma es la de un trapecio casi perfecto.
- JR de Odawara a Hakone-Yumoto
Viajecillo de apenas 15 minutos
- Tozan Train de Hakone Yomoto a Gora
Este tren tiene la particularidad de que sube en zig zag por la montaña. Impresionantes las vistas y en algunos momentos la vía discurre sobre los árboles de la zona. El tren va llegando a determinados puntos en los que para, hay un cambio de agujas en las vías y arranca en dirección contraria por la que ha venido pero cambiando a una vía que sigue ascendiendo la montaña
- Funicular desde Gora a Sounzan
En Souzan lo único que hay es el teleférico donde empieza lo bueno.
- Teleférico de Sounzan a Togendai
Aqui llega la parte más impresionante, el paisaje muy bonito, durante la subida llega a un punto en el que la altura al suelo pasa a ser mucha (da un poco de vértigo) y lo que hay abajo son minas de azufre, dado que es zona volcánica y el olor es bastante malo y aconsejan no quedarse mucho tiempo cerca de la zona donde salen vapores del subsuelo.
Allí se hace una parada intemedia en Owakudani, donde se puede subir a una zona de fumarolas y donde en las aguas hirvientes se cuecen huevos que quedan completamente negros, pero están ricos. Dicen que por cada uno que te comes tienes 7 años más de vida. Nos comimos 3 entre los dos, así que tenemos 10 años y medio más de vida cada uno que antes de irnos. :-P
En Owakudani también está el primero de los miradores en los que se puede ver el Fuji, pero la niebla había hecho presa del monte y no se veía nada allá donde debía estar, hasta que después de comer, "lei" vio entre la niebla que se disipaba el cono del volcán y corriendo salimos a disparar fotos, y en alguna de ellas conseguimos cazar la imagen. Conseguimos verlo.
Despúes volvimos a coger el teleférico para llegar al lago Ashi.
- Barco que cruza el lago Ashi dedesde Togedai hasta Hakone Machi
Es un barco tipo velero del siglo XVII en el que se cruza a lo largo el lago, pero el día se iba poniendo feo y empezaba a hacer viento y frío, aunque el viajecillo es bastante chulo.
- Autobus de Hakone Machi a Hakone-Yumoto
Llegados al otro extremos del lago no quedaba mucho por hacer porque definitivamente el Fuji no se iba a poder volver a ver, así que nos pillamos el bus tras darnos un paseo por el pueblecillo.
Y ya desde aquí, vuelta a casa. Cogimos el JR hasta Odawara y después el Shinkansen a Tokyo.

Como anécdota podemos decir que por primera vez en el viaje un japonés que nos asaltó preguntándonos si nos ayudaba, nos ayudó de verdad, ya que cuando llegamos a Odawara debíamos comprar un pase que nos daba acceso ilimitado al tren, al Tozan Train, al funicular, al teleférico, al barco y al bus de vuelta.

Día 13 - Nikko

Notareis a partir de ahora que ya ponemos acentos y ñ, pero la conexión desde Japón al blog no funcionaba muchas veces, así que ya estamos de vuelta pero seguiremos contando detalladamente el día a día.

El decimotercer día, dada la promesa del pronóstico del tiempo de sol, fuimos a Nikko, al norte de Tokyo, y de hecho la única excursión hacia el norte de Honshu que hemos hecho. Nikko es una pequeña ciudad en la región de Kantō, ubicada en las montañas. El conjunto histórico de templos y santuarios de Nikko fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se dice que Japón es Nikko, por lo que si se quiere conocer el Japón tradicional, hay que ir a Nikko.

Después de coger el Shinkansen, hicimos cambio a Utsanomiya a una linea JR para llegar a la estación de Nikko, la más antigua de todo Japón y diseñada por Frank Lloyd Wright (entre otros diseñó el Guggenheim de Nueva York). Allí, pensando que al ser localidad turística la cosa sería sencilla para moverse a la zona donde están todos los templos, pero fue que no.
Buscando entre los postes cercanos de paradas de bus que había en la estación, no nos aclarábamos de qué bus debíamos coger. Llegó uno y no nos atrevimos a subir, y volviendo a revisar planitos, las dos guías que llevábamos etc. Al final llegó otro bus que marcaba en occidental Futurasan, el nombre de uno de los santuarios, asi que nos armamos de valor y "p’arriba".
Una vez llegamos al destino final, comenzamos las visitas empezando por el santuario Taiyuin-byo, formado por varias puertas que ascienden por el bosque de cedros que lo rodea y nos pareció impresionante; además es un santuario poco visitado por lo que pudimos comprobar porque muy poca gente estaba por allí y encontramos mayor aglomeración en el de Tosho-gu, también impresionante con la puerta Yomeimon presidiéndolo, pero la cantidad de gente agobiaba un poco. En este templo hay tres atracciones que por lo visto atraen más a los turistas y son:

- el establo sagrado con el relieve de los tres monos de la sabiduría (uno se tapa los oidos, otro los ojos y otro la boca).

- el gato durmiente, que custodia el pasadizo de escaleras que lleva a la tumba de Ieyasu (el precursor del florecimiento de Edo - antiguo nombre de Tokyo)

- el Dragón llorador, pintado en el techo del Honji-do, y que ruge (en realidad resuena la habitación) si se da una palmada debajo de él exactamente.


También vimos el santuario de Futurasan, más pequeño, pero que es el único en todo Japón en el que una de las Tori (puertas sintoistas de zona sagrada) es de bronce macizo.
Después fuimos a comer a un pequeño restaurante que había por la zona con la presión de que a las 5 de la tarde no había más autobuses que bajasen a la estación de JR, así que lamentablemente tuvimos que dejar de ver el templo Rinno-ji y optamos por ver el puente sagrado Shinkyo, espectacular de color rojo sobre el río Daiya, pero que lo desluce que la carretera pasa justo al lado, pero las fotos que no sale la carretera son impresionantes, aunque nos costó encontrarlo, porque los mapas de la zona están hechos un poco a mano alzada, la verdad...
Y de vuelta a Tokyo y despues de cenar nos pasamos por La Tapería para ver la actuación de uno de los colegas de Amadeu que ofrece el restaurante a la clientela, y realmente fue impagable ver japoneses superentregados cantando la canción aquella de "con el pin, pi, rin, pin, con el pan, pa, ran, pan, al que no le guste el vino, es un animal o no tiene un real".

Dias 11 y 12 - Yokohama y Osaka

Bueno, pues como el blog esta que ahora no funciona y ahora tampoco, pues no se cuando estara esto publicado, pero de momento queda redactado.

Ante la inminente llegada de otro tifon por el sur de la isla de Honshu, nos armamos de valor y decidimos poner al mal tiempo buena cara e irnos a Yokohama. Yokohama es la segunda ciudad con mayor densidad de poblacion y esta a unos escasos 50 km de la capital. Por lo que se puede llegar perfectamente con los trenes JR (cercanias) en unos 45 minutos. Lo que mas queriamos ver era el barrio chino, que dicen que es el segundo mas importante del mundo y la verdad es que colmo nuestras espectativas. Muchas tiendas, mucho colorido, muchos puestecitos de comida con infinidad de cosas distintas, asi que decidimos que comeriamos picoteando alli y alla, pero como era muy pronto nos fuimos a ver el puerto, famoso por salir en muchas series de dibujos animados de nuestra infancia. Ademas del puerto pudimos observar el skyline de la bahia de Yokohoma, con cantidad de edificios modernos y al otro lado el puente colgante (segun las guias) mas grande sujetado por cables del mundo. A pesar de lo nublado que estaba la vista, las fotos se vieron chulas.
Luego dimos con el museo de munyecas japones, que a Cris le apetecia ver, pero era lunes y estaba cerrado asi que decidimos bordear el puerto para buscar un mejor angulo de vision del puerto cuando nos sorprendio una intensa lluvia y nosotros sin paraguas (cuando sabiamos lo que vendria). Pasados diez minutos, la intensidad de la lluvia aflojo y decidimos seguir hasta una espcie de jardin que se veia en terreno ganado al mar, cuando para nuestra sorpresa vemos que era un edificio; se trataba de la terminal Internacional de pasajeros de Yokohama (construida por el arquitecto espanyol Alejandro Zaera-Polo). Asemejaba un barco y toda la estructura por la que se caminaba y por dentro estaba hecha con listones de madera ondulados y arriba del todo, en la supuesta cubierta, todo ajardinado. Nos gusto mucho la sorpresa que nos deparo nuestra osadez de combatir la lluvia.
Habia llegado entonces la hora de comer y volvimos al barrio chino, donde probamos varias cositas, todas muy ricas en concreto una hecha de pasta de arroz y rellena de un guiso de carne de ternera. No recordamos el nombre.
Seguimos dando vueltas y decidimos volver a Tokyo e ir a Akihabara (el distrito de la tiendas de electronica) donde nos liamos a comprar recuerdos y yo en particular una figura de Mazinger Z metalica con mogollon de accesorios. Una chulada.
Y despues nos volvimos a casita para recuperar fuerzas para el dia siguiente, al que fuimos a Osaka y ha sido sin duda el dia mas bizarro de toda nuestra estancia hasta ahora en Japon.

Nos despertamos esa manyana con mucho suenyo y sin tiempo para desayunar nos fuimos a coger el Shinkansen (tren bala) y llegamos en 3h15m. Fuimos directos a ver el castillo de Osaka, su mayor (y unica diriamos) atraccion. Solo queda la torre principal, puesto que durante una guerra en el siglo XVI entre familias japonesas lo destruyeron por completo. Unos 50 anyos despuies lo reconstruyeron pero al poco tiempo un rayo cayo sobre la torre y ardio toda la fortaleza. La reconstruccion que hay ahora es de 1923 y el interior es moderno, por lo que no te puedes hacer una idea como vivian por dentro. El interior funciona mas como museo de las familias que gobernaron Osaka, pero el exterior de la torre merece la pena verlo (aunque si puedes es mejor ir a ver Meiji segun nos han dicho). Despues de la visita era casi la hora de comer y decidimos ir a un barrio a comer que aconsejaba una guia, pero no explicaba como ir, y la otra guia que tenemos tampoco, asi que nos fuimos a la aventura y al llegar a la estacion central de Osaka, con todo en obras por alli (parecia que Gallardon estaba por alli) no habia forma de orientarnos y poquisima informacion en ingles. Al final dimos con una calle en la que habia varios restaurantes y nos metimos en uno y comimos bastante bien, un Ramen muy bueno y mucha cantidad mas unas Gyoza (parecido a las empanadillas pero cocido y no frito) y unas bolas de pollo rebozado.
Luego queriamos ir a ver un edificio por alli cerca nuevo que tiene un jardin colgante, pero en la guia no explicaba como ir. Lo veiamos desde la estacion pero no encontramos la forma de llegar. Tras dos vueltas a la estacion decidimos mandar a la mierda al edificio, maldecir las guias (realmente parece que la informacion de Osaka estuviera puesta a desgana y por rellenar).
Luego en el tren bala, para rematar la faena, empezamos a oir unos golpes y estaba un tipo al final del vagon pegando otro, agarrandolo por la pechera y dandole contra la ventanilla. Lo que mas nos sorprendio es que la gente no hacia nada, se giraba para mirar pero no se metian (los golpes eran relamente escalofriantes). Al poco un chico se levanto y parecio que fue a avisar a un revisor, el cual llego, intercambio unas palabras con agresor y agredido yse acabo la cosa. Al llegar a Sinagawa, nos bajamos y pasamos por delante de estos tipos y tenian en la ventanilla cuatro latas de cerveza y el agredido tenia una cara de borrachin que no podia con ella.

Menos mal que la cosa se arreglo cuando fuimos a cenar a La Taperia, el restaurante de una amigo de Amadeu en le que cenamos de maravilla y pensando en que habia sido el dia mas raro de nuestra estancia hasta ahora en Japon.

Dia 10 - Un buen plan de domingo

El domingo estabamos invitados a una barbacoa en casa de unos amigos de Amadeu. Era una barbacoa que empezaria a la hora de comer y sin hora de fin, y la verdad es que habiendo comido casi nada de carne roja en diez dias, el plan era mas que sugerente.

Por la manyana fuimos al parque de Yoyogi, en el que los domingos van las familias, los grupos de amigos con comida, juegos, pelotas de futbol, beisbol, freesbis, juegos malabares, etc y pasan el dia alli, al solete. Pero otro atractivo que tiene este parque es que se juntan grupos de musica que instalan sus equipos en la calle y tocan separados unos grupos de otros por 10 escasos metros y de diversos generos, como hard-core, punk, metal, reggae, dj’s etc, generalmente tocando versiones y en otros casos tocando canciones propias y vendiendo cd’s con sus canciones. Habia mas de uno que eran bastante interesantes. Proximamente os pondremos un video que grabamos.
Y el otro reclamos del parqeu son los friquis. Pero friquis muy friquis (igualmente pondremos fotos mas adelante). Desde baby-dolls paseando a grupos de rockers bailando en corros que es como para partirse de risa, con un look super exagerado y un sentido del ritmo que romperia muchas caderas. Tambien habia un grupillo de salseros que era para verlos, pero lo bueno es que alli estan conviviendo, haciendo lo que les gusta, dejandose hacer fotos sin ningun problema y pasandoselo bien, que de eso se trata.

Despues fuimos para la barbacoa en Ebisu en una casa de tres plantas y con una azotea habilitada en la que hicieron la barbacoa. Al llegar unos americanos al vernos occidentales nos dijeron "You’ll welcome" ante lo que contestamos un thank you y al darse cuenta de que no eramos anglosajones pasaron de nosotros, pero los japoneses que habia alli enseguida se nos acercaron y chapurrearon con nosotros en spanglish, mientras comiamos carnaza que nos sento de maravilla y bebiamos cerveza Kirin. Estuvo muy divertida la BBQ pero a eso de las 8 de la tarde, ya de noche (aqui anochece entre las 6 y las 7), la cosa se iba apagando y como estabamos muy cerquita de Roppongi, nos fuimos para alla para ver un poco ese barrio y caminado caminando llegamos hasta la Torre de Tokyo (una copia total y absoluta de la Torre Eiffel aunque algo mas grande). Unas fotillos aqui y alla y a casita que estabamos cansados del traqueteo del dia y las cervezas de la tarde y descansar para visitar al dia siguiente Yokohama, de donde daremos referencia en una proxima entrega.

Dias 8 y 9 - Mas actividades por Tokyo

El octavo dia nos lo resrvamos para ver algo SUMamente caracteristico de Japon. El sumo. XD

Por la manyana fuimos a comprar las entradas pero no ibamos a entrar hasta las 15:30, porque habiamos quedado con Amadeu sobre esa hora y porque por la manyana compite la "segunda division". Asi que para hacer tiempo nos fuimos a ver uno de lo templos mas importantes de la ciudad, el de Senso-ji, situado en la zona de Asakusa. El templo es enorme y tiene la lamparilla tipica budista mas grande de Japon. El interior del templo es muy bonito con los techos pintados, algo muy poco comun en estas construcciones.
Como toda atraccion turistica, va acompanyada de un gran mercadillo por el que dimos una vuelta y comimos algo, mienras nos encontramos con una pequenya procesion y una actuacion en directo de musica tradicional. Llegada la hora nos dirigimos hacia Ryogoku, donde esta el estadio de sumo, pero llegamos pronto y descubrimos un pequenyo parque detras del estadio impresionante. Descansamos un rato y a ver el sumo. Vimos los combates finales de las categorias inferiores y luego toda la competicion del dia de la "primera division" y las ceremonias asociadas.
La verdad es que no esperabamos que nos gustase tanto, asesorados por las explicaciones de Amadeu, todo se entendia mejor, y el aura de tradicion que tiene se nota en el ambiente aunque haya toques de modernidad que entran, como es el tema de la publicidad. Vimos combates rapidos, disputados e incluso uno en el que los jueces tuvieron que discutir la decision de quien era ganador.
Al final nos hicimos una foto con Musashimaru, uno de los campeones mas importantes de la historia del sumo que estaba de comentarista para la tele nipona.
La jornada acabo sobre las 18 y nos fuimos a dar un paseo por el distrito de Ginza donde nos comimos un Goffre espectacular.

Al dia siguiente fuimos a ver uno de los parques que mas fervientemente nos habian recomendado. El jardin de Hamaryuku esta cercano a Ginza y pegado a la desembocadura de uno de los rios que atraviesan Tokyo. Es un verdadero oasis en medio de la ciudad, pareceria que estas fuera de ella si no se vieran desde dentro los grandes edificios de oficinas que lo rodean y hacen un contraste muy particular. Otra de las atracciones es una casa de te en medio del estanque que aun funciona, pero estaba llena cuando llegamos y realmente tampoco nos apetecia tomar un te en ese momento. Pasamos alli practicamente toda la manyana y luego fuimos a comer a un sitio en el que saca un tiquet de lo qe quieres comer en una maquina, entras en el local, entregas el tiquet y te lo sirven. Nuevamente dos tempuras con su sopa correspondiente 1500¥.

Despues fuimos dando un paseo hasta Ginza de nuevo para ver por dentro el edificio del Foro Internacional de Tokyo, impresionante estructura que imita el casco de un barco, todo de acero y vidrio. Despues cogimos el JR para ir a Harajuku y ver las tiendas que hay en Takeshita Dori y un "todo a 100" de 4 pisos. Bajamos luego donde empieza el parque de Yoyogi para comprarnos unos Baby Castelha (minibizcochitos que introdujeron los portugueses cuando andaron por aqui) y para casa. Luego salimos a cenar con la idea de pasar por Roppongi, pero el cansancio nos vencio y lo dejamos para el dia siguiente.

Dia 7 - Por fin sale el sol y nos vamos a Kyoto

Despues de varios dias de lluvia y mal tiempo salio por fin timidamente el sol.
El 15 (dia de San Isidro en Madrid) nos pegamos el primer gran madrugon del viaje, levantandonos a las 6:30 de la manyana para coger el Shinkansen (tren bala) rumbo a Kyoto y en poco mas de 2 horas 40 minutos recorrimos los 513 km que separan Tokyo de Kyoto.
El objetivo era ver el Aoi Matsuri (festival de la Malvarrosa), un desfile que data del periodo Heian (siglo VI) en el que los participantes llevan ofrendas a Shimogamo, un santuario a las afueras de la ciudad.

Llegamos sobre las 10:45 y tras pasar por la oficina de turismo, situada en la novena planta de un centro comercial (tipo El Corte Ingles, un sitio de lo mas adecuado para poner una ofician de turismo, vaya). Cogimos el metro y llegamos a los jardines del Palacio Imperial donde comenzaba el desfile, muy del estilo de una procesion, pero sin musica. Vimos salir a los ultimos miembros entre los que habia monjes, portadores de cestas, mensajeros reales, guardias, doncellas y dos carros tirados por bueyes llenos de flores (Malvarrosas). Pero como pillamos el final intentabamos cogerles pero la cantidad de gente era tal, que ibamos practicamente al mismo ritmo que ellos, por lo que era imposible avanzar mas rapido. Afortunadamente la procesion hacia un alto en el camino en un santuario intermedio y no partia de nuevo hasta las 14:20.

Alli encontramos el mayor numero de "guiris" que hemos visto hasta ahora. Habia muchos puestecillos de comida y de bebida asi que comimos por alli probando cosillas, Takoyaki (bolas de pulpo rebozadas tipicas de Osaka) y Karaage (pollo tambien rebozado en harina).

Sobre las 13:00 hubo una especie de demostracion de los mensajeros a caballo corriendo a toda velocidad por un espacio habilitado para ello. Repitieron varias veces y sobre las 14 nos dirigimos a presenciar la salida de la procesion, con bastante calor. Una vez paso toda la comitiva, volvimos andando hacia los jardines del Palacio Imperial (una media horita) y tras pasear por el, el cansancio nos condujo a decidir volvernos una hora antes de lo previsto y dejar la ciudad en si para verla en un proximo dia en el que volveremos para ver las muchas cosas que tiene la vieja capital nipona.

El viaje de vuelta lo pasamos en parte durmiendo y a casita y cena en casa para recuperar fuerzas para el siguiente dia.

Como siempre, las fotos en los enlaces que hemos puesto en anteriores articulos.

Ciao, ciao.

Dias 5 y 6 . Al rico museo!

Las fotos podeis verlas aqui:
http://www.flickr.com/photos/carodiario
(copiad el enlace y pegadlo en la barra de direcciones)

Martes y miercoles pasados por agua. Decidimos que si habia cosas que hacer a cubierto mejor que mejor. Teniamos un par de museos en la lista de visitas (y otro mas en la recamara muy friki, pero ya os lo contaremos cuando llegue el momento). Asi que el martes por la manyana al ver que llovia cogimos el primero de la lista el Museo Nacional de Tokyo, un complejo con varios edificios y varios museos, en el parque Ueno. Visitamos los dos principales: el de arte japones y el de arte asiatico. La verdad es que aunque la coleccion mostrada era interesante no es como la de los grandes museos occidentales, parecia que te ensenyaban solo un poco de lo que tenian. Quizas la tradicion museistica en Japon no es como la occidental, eso lo desconocemos.

Pasamos la mayor parte de la manyana en el museo y cuando salimos no llovia. Aprovechamos para dar una vuelta por el parque, nos encontramos con Doraemon (vedlo flickr si no os lo creeis) y visitamos un templo.

Luego, dimos una vuelta por el mercado Ameyoko que esta bajo las vias del tren en la estacion de Ueno, se trata de un mercado con puestos comida, ropa, pequenyos bazares, salas de juego Pachinko, tiendas de discos... alli es donde comimos solos por primera vez, sin entender ni papa de la carta ni hablar ni papa de japones, pero eso no es ningun problema. En todos los restaurantes hay replicas de plastico de los platos que sirven, y no tienen mala pinta, la verdad. En Japon comer en este tipo de tabernitas resulta barato y muy rico. Un Katsudon (sopa de miso, bol de arroz con un filete de cerdo empanado y huevo, y unos encurtidos) y una Tempura (sopa de miso, verduras y gambas rebozadas sobre el bol de arroz y unos encuertidos) nos costaron 1300 yenes, o sea, 1300 pelas, o sea, menos de 9 euros los dos.

Al ir a coger el metro para volver, de repente nos encontranos con Yamashiroya, una enorme jugueteria de 7 plantas, un sitio de los que estaba en nuestra lista. Casi dos horas estuvimos arriba y abajo mirando y comprando cositas.

Miercoles se desperto aun peor que el martes, diluviando. Hay un tifon relativamente cerca y eso ha hecho que estemos casi como en pleno invierno. Esta vez nos dirigimos al Museo Tokyio-Edo, en Ryogoku, para que nos contaran como era la vida en Tokyo y en Edo. Edo es el anterior nombre de la ciudad. El museo esta al lado del Estadio Nacional de Sumo de Ryogoku, donde se esta celebrando uno de los torneos de sumo del anyo. Nos hemos paseado por alli y hemos tenido la suerte de ver a algunos de los luchadores y debian ser importantes porque al entrar habia gente aplaudiendoles cuando les reconocian.

Luego hemos comido un dia mas solitos, aunque la carta esta vez tenia fotos pero el precio el mismo, por menos de 9 euros hemos comido los dos. Luego hemos cogido el metro y nos hemos ido a Akihabara, el barrio de la electronica a comprobar si vale la pena comprar o no alguna cosa. Hemos visto camaras relativamente bien de precio y tambien habia tiendas de frikadas varias. Yo ("lei") me he enamorado de unas munyecas Kokeshi y "lui" de unos munyequitos de Mazinger Z que van a caer, no han caido hoy porque hemos salido los dos sin dinero.

Y manyana al Aoi Matsuri (festival de la malvarrosa) en Kioto!

Dia 4 - Primera excursion. Kamakura

Estamos teniendo problemas para publicar las fotos, asi que os dejamos un enlace donde vamos subiendo algunas. Tendreis que copiarla y pegarla en el navegador:


http://picasaweb.google.com/dmarni/JapNMayo2008


Aprovechando que no llovia y que Asako tenia el dia libre, decidimos hacer la primera visita a otra ciudad.
Kamakura esta a 51 km de Tokyo y es una ciudad en la que hay varios templos, algunos en la montanya, y tiene una de las figuras de Buda mas importantes y mayores de tamanyo de Japon, el Daibutsu de Kamakura.
Llegamos a Kamakura sobre las 11 de la manyana, con bastante frio y viento (hoy hemos descubierto que un tifon esta azotando la isla), asi que decidimos ir primero a ver el Daibutsu que es realmente grande, mide unos 13,5 metros de altura y el entorno en el que se encuentra es espectacular: unos jardines preciosos al pie de una colina super frondosa de arboles.
Luego fuimos a visitar el templo de Hase-dera, en el cual hay un mirador con vistas al oceano Pacifico (la primera vez que yo lo he visto en directo) y arropado por un bosque de cedros espectacular. Al lado del templo hay un santuario Sintoista en el que entramos en las galerias agachados porque la altura seria de 1,40m como mucho. En el templo vimos cosas curiosas como unos monjes de Myan-mar visitandolo y haciendose fotos y videos como unos turistas cualquiera, pero ataviados con sus togas y sandalias con calcetines.
Llego la hora de comer y buscando un sitio nos cruzamos con un grupo de monjes budistas que cantaban y tocaban musica para auyentar a los malos espiritus. Encontrado un sitio para comer, comimos unos clasicos menus japoneses y, tras atravesar el pueblo, nos dirigimos al santuario de Hachiman-gu tambien impresionante.
Despues un paseo por las calles de la ciudad y de vuelta a Tokyo, cansados y con bastante frio, dado que nos hemos traido poca ropa de invierno, asi que esperemos que vaya cambiando el tiempo.

Seguiremos informando.

Japon - Dias 2 y 3 - Familiarizandonos con la ciudad

El sabado y el domingo han sido dias pasados por agua. Empezo a llover el sabado por la manyana y acabo el domingo a mediodia y esta haciendo un frio que pela. El sabado por la manyana estuvimos paseando bajo la lluvia por la zona finaciera de Shinjuku, vimos el ayuntamiento metropolitano, una torre de oficinas inpresionante aun en construccion, nos paseamos por la zona de alimentacion de unos grandes almacenes...

Por la tarde teniamos un plan un tanto extranyo para quien viene a Japon, fuimos a un partido de futbol del FC Tokyo, con mi hermano y Naoki, un amigo suyo socio de este club. Aunque era un partido de la liga regular tenia la particularidad de que se celebraba el UK Day. En los puestos de comida del estadio habia fish and chips, cerveza y antes de empezar el partido un gaitero toco un par de piezas, una conocidisima de la que no sabemos el titulo y el You’ll never walk alone tan famoso en la Premier League inglesa. Todo un espectaculo oir a los japoneses cantar con su ingles macarronico como si estuvieran Anfield Road. Los locales perdieron, Naoki no pudo ver ganar a su equipo.

Luego habiamos quedado con Asako, la novia de mi hermano. Fuimos a un restaurante de sushi en Shibuya. Mmmmmm.... rico, rico y bastante mas barato que en Espanya. Luego estuvimos paseando por Shibuya, en una de las zonas de marcha de la ciudad. Y nos paseamos tambien por unos callejones llenos de bares que son una barra y poco mas, cuatro personas llenan el bar, literalmente.

El domingo por la manyana aun con un poco de jet lag, nos dedicamos a pasear por el barrio de mi hermano curioseando. Descubrimos una farmacia que parecia sacada de la Vil.la del Pingui (quien hay visto de peque el anime Dr. Slump me entendera) con una maquina de tabaco incrustada en la fachada. Hay que decir que en muchos puntos de la ciudad parece que te vayas a encontrar Nobita, Doraemon o Shin-chan a la vuelta de la esquina. En las maquinas de vending que estan en todas partes descubrimos en un anuncio a Tomy Lee Jones, lo que nos recordo al personaje de Bill Murray en Lost in Translation.

Y luego, despues de comernos unos onigiri (bolas de arroz rellenas) por la calle, nos fuimos a la tienda de Junie Moon, el paraiso de las Blythes. Flipante. Es una tienda pequenyita pero con Blythes y mas Blythes en el escaparate, en las estanterias, en el mostrador... la locura. Alli me di el gustazo de entrar, mirar, coger, pagar y llevarme una Blythe, lo que nunca podre hacer en casa... Proximamente os presentare a Natasha Moore.

Y para acabar nos fuimos al parque de Yoyogi a un festival tailandes, con artesania, comida y conciertillo.

 

 

Japon - Dia 1 - Lucha contra el Jet Lag

Perdonadnos que escribamos sin acentos, pero el teclado japones es lo que tiene.

Llegamos al aeropuerto de Narita a las 8:15 hora local de Japon del dia 9 y salimos de Barcelona a las 9:45 del dia 8, por lo que a efectos practicos, el viaje duro casi un dia completo y tras dormir en el avion un par de horas escasas, ni que decir tiene que estabamos bastante cansados, pero claro la recomendacion para sobrellevar mejor el jet lag es habituarse al horario local de llegada cuanto antes, asi que tocaba no dormirse hasta las 22 de la noche o asi.
Llegamos a casa del hermano de Cris sobre las 12 de la mañana, fuimos a un super a comprar algo de comida preparada, un obento, listos para comer y fuimos al distrito en el que trabaja su hermano a dar una vuelta y a hacer tiempo hasta que saliera de trabajar.
Llegamos a Shibuya sobre las 15 horas y teniamos que entretenernos hasta las 18, asi que dimos una vuelta por el llamado distrito de la moda, lleno de tiendas de ropa y gente fashion por la calle.



Entramos en una tienda de segunda mano llamada Mandarake en la que hay mogollon de cosas de segunda mano, manga figuritas, Blytes (esa Momolita!!!!, la Art Attack, una Retro Mama, una Cloud 9 Bowl como Roberta...), etc.
Muertos de cansancio fuimos dejando pasar el rato fascinados por el cruce de Shibuya, visto miles de veces por television pero no por ello menos fascinante, te puedes quedar rato y rato contemplando como durante 57 segundos un monton de gente se entrecruza para pasar al otro lado... y asi hasta la hora de quedar, como otros miles de personas, en la estatua del perrito Hachiko.



Fuimos con Amadeu a una tienda a comprar varias cosas que necesitaba y decidimos volver a su casa y buscar un sitio para cenar antes de por fin, meternos en la cama. Nos paso una de esas cosas que no pasan nunca aqui, se estropeo el tren, asi que llegamos un pelin mas tarde y tuvimos que dar una vuelta esperando que el restaurante donde ibamos a cenar tuviera una mesa lista para nosostros. Cenamos yakitori, o sea pinchitos de pollo, y todos los pinchos eran distintos, unos eran del muslo, otros las mollejas, otros hechos con cachitos crujientes de piel... todo buenisimo y de ahi a la cama, que despues de 31 horas despiertos, ya iba tocando, no?

Llegada a Japón

Pues ya estamos en Japón, así que durante las tres próximas semanas os contaremos lo que vayamos haciendo por aquí.



Los articulos los escribimos entre los dos, asi que si encontrais que ahora parece que escribe lei y ahora lui no os extrañe ;)
Saludos / Salutacions

 

Ciao!!!

ella/lei: no, aún no nos vamos pero estamos cerca ya tenemos el Japan Rail Pass, el pase que nos dará acceso a la red de ferrocarrill JR japonesa, incluso nos podemos pillar el tren bala, muuuucho más rápido que el AVE...

No ens anem encara però manca poquet. De demà en vuit!!! ja tenim el Japan Rail Pass, el document que ens permetrà agafar la xarxa de ferrocarril JR japonesa. Fins i tot poden agafar el tren bala mooooolt més ràpid que l'AVE...

¡Nos vamos!

Ella/lei: pues eso, que el viaje a Japón del 2005 que fue postpuesto tiene nuevas fechas ya definitivas, del 8 al 28 de mayo de 2008!!! y esta vez nos vamos lui e lei!!!!

¡Ojalá pillemos aún el Hanami (la floración de los cerezos)! quizás en la zona más septentrional de la isla de Hokkaido...

 

Aunque tengamos que hacer cola para verlo...


(las fotos son de mi hermano)

Museo de Pérgamo (Pergamonmuseum) - Berlín

Él/Lui: El Museo de Pérgamo es el más famoso de los museos berlineses. Forma parte del conjunto denominado Isla de los Museos y su concepción fue distinta a la de cualquier otro museo, dado que primero se llevaron las obras de arte y el museo se construyó sobre ellas.

El museo de Pérgamo está divido en tres grandes zonas que muestran obras destacadas de las grandes civilizaciones de la antigüedad.
La primera de ellas y la más grande es el llamado Museo de Pérgamo (que da nombre al conjunto) Colección de Antigüedades. En él se encuentra los restos de gran parte de la ciudad de Pérgamo (Grecia) entre los que destaca el Altar de Zeus y el friso que representa la batalla entre los Dioses y los Gigantes, considerado una de las mayores obras del arte helenístico. También destaca una puerta del templo de Athenea y gran cantidad de estatuas griegas y romanas. La otra joya que reside en esta parte del museo, pero que no pudimos ver por encontrase desde hace un par de años en restauración es la Puerta del Mercado de Mileto. La puerta es de arquitectura romana y se encontró en las ruinas de la ciudad de Mileto (Turquía) destruida por un terremoto en el siglo XI.

La segunda zona, colindante con la primera es el llamado Museo de Oriente Próximo en el que se encuentran obras provinientes de Sumeria, Babilonia, Asiria, Siria y otras regiones. La obra más importante que se encuentra aquí es la Puerta de Ishtar, que se trata realmente de la antepuerta de la entrada norte a la ciudad de Babilonia (604 a.C - 562 a.C - Nabucodonosor II). La obra es de gran colorido con ladrillos vidriados policromados en azul y relieves de animales en colores dorados. Además está reconstruida a escala real el acceso a la ciudad, llamado Vía de las Procesiones.
Además cuenta con estatuas de guardianes de ciudades y templos, como los leones de Babilonia o los leones alados con cabeza humana del templo de Ashurnasirpal II.

 

La tercera parte de museo es el Museo de Arte Islámico en el que encontramos obras procedentes de las épocas omeya, sasánida, mogol y otomana. Destacan entre todos la fachada del palacio de Mshatta (Jordania) y la Cúpula del Palacio del Partal de la Alhambra (Granada), además de la denominada Sala de Alepo, conjunto original del interior de una vivienda islámica del siglo XVII de la ciudad de Alepo.

El Museo de Pérgamo resulta una visita obligatoria en la capital alemana. Los conjuntos arquitectónicos son en gran parte originales, transportados a principios del siglo XX por sus arqueólogos descubridores y reconstruidos en su actual emplazamiento usando en algunos casos reproducciones piezas no encontradas hechas con metal y escayola.